jueves, 25 de julio de 2013

Relatos de un juicio


Hace un tiempo atrás le inicié un juicio al CPCECABA por mi despido discriminatorio. Como salió publicado en el diario página/12 el 30/08/12, las reuniones con el gerente de rr.hh. en dónde manifiesta abiertamente los motivos de mi despido fueron grabadas.

Jorge Alberto Antonio, el gerente ingeniero, el ingeniero gerente fue citado a declarar en calidad de testigo. Tras su negativa a hacerlo, fue citado por la fuerza pública. Finalmente, tras no tener más opciones tuvo que comparecer ante la justicia.

Entre varios objetivos que tenía la audiencia, uno de los principales consistía en hacerle escuchar a Packham las grabaciones, para que este reconozca o no su voz.

En la oficina del fiscal, en sumo silencio todos escuchamos la grabación. Tras su finalización el fiscal le pregunta al cano ingeniero “¿reconoce su voz y la del señor Villani en la grabación que acabamos de escuchar?” A lo que el ingeniero responde: “Me niego a tener que reconocer mi voz en la misma”. A lo que el fiscal le advierte: “Mire que el negarse a responder tiene de un mes a tanto tiempo de prisión [ya no recuerdo su máximo]”. Tras dicha advertencia finalmente el ingeniero desconoce las voces. Es decir, las voces vertidas en la grabación no correspondían (según su concepción), ni al señor Villani ni a él.

Para evitar equívocos y pérdidas de tiempo (ya que las grabaciones duraban una hora aproximadamente cada una), antes de escuchar la segunda grabación el fiscal le pregunta al ingeniero: “Antes de escuchar la segunda grabación, le pregunto si va a negarse a tener que reconocer (o desconocer) su voz, o va a escuchar la grabación y en función de lo que en ella escuche va a reconocer  o desconocer su voz”. A lo que el ingeniero responde: “Me niego a tener que reconocer o desconocer mi voz”.

Tras su negación, el juez le inicia una causa penal al gerente de recursos humanos. La misma es absolutamente independiente de mi juicio. Yo en ella no tengo nada que ver. La misma es un asunto entre el gerente de recursos humanos y la justicia.

Yo nunca pasé por ello, pero imagino que no debe ser para nada grato poseer sobre las espaldas de uno, una causa penal iniciada por la mismísima Justicia.

No veo muchas causas que expliquen esta actitud del gerente de recursos humanos, quien supuestamente se inmolaría en pos de los intereses del Consejo, cargando sobre sus espaldas una causa penal. Más aún cuando no fue él quien finalmente me despidió, sino la institución. Más aún, cuando dada su avanzada edad, está muy próximo a jubilarse, a retirarse.  

La primera opción que se me ocurre, es la más fácil: lo hace por el vil metal. La segunda, puede ser parte de una argucia legal implementada por astutos abogados. Tres, lo hace por amor a la camiseta (hipótesis inmolación). Cuarta, lo hace simplemente por terquedad. Quinta y última, si se va retirar lo quiere hacer por la “puerta grande”.

Para finalizar, hoy me entero que Jorge Alberto Antonio anda “racionalizando” las responsabilidades que el Consejo tiene para con nuestro compañero Ariel. ¿No será hora ingeniero de "bajar el copete"?


Santiago Villani 

2 comentarios:

  1. Este tipo es un sorete. Facho que discrimina a la gente y la menosprecia. Obsecuente que se baja los pantalones ante el poder de turno. Y evidentemente le gusta.

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  2. el "ingeniero" es solo una marioneta. Ahora la actitud altanera y sumamente manipuladora es 100% de él. Y por cierto ya se jubiló hace un par de meses ...

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